miércoles, 22 de diciembre de 2010

Develando los secretos del Centauro

Sagitario entra en crisis por sus propios abismos internos tras agotarse y agotar todos los viajes exteriores por los más exóticos y lejanos abismos naturales, espirituales o deportivos. Cuando en su cansancio le toca la desesperanza existencial, Sagitario descubre su dificultad para comprometerse con la vida cotidiana y dejar de correr.


Descubre su temor al dolor, al sufrimiento, a la soledad cuando ya no le quedan creencias que perseguir para tranquilizarse o lugares y personas donde escaparse; es entonces cuando entra en crisis, a menudo crueles y destructivas si no están contenidas por un disciplinado trabajo de consciencia personal.

Es muy duro el aterrizaje -casi siempre forzoso- de Sagitario en la realidad cotidiana de sus dudas, de sus miedos vivenciales. Pero es cierto que tiene suerte aunque le cuesta mucho tiempo y silencio aprender a aprovecharla.

Precisamente esta sensación de suerte en los problemas, en los callejones sin salida, que a menudo siente Sagitario, puede aumentar su desesperación en momentos de crisis profundas -donde el camino se pierde en la noche y hay que aprender a esperar el nuevo día-, llevándole a buscar mágicos atajos por los que escapar de su verdadera dificultad: permanecer en el presente doloroso y desesperanzado hasta atravesarlo con paciencia y susto.

Sagitario no necesita tanto ponerse en paz con su diablo interno -Escorpio- como aceptar el susto que le produce el silencio de Dios, el autismo de la Vida ante su demanda angustiada de sentido trascendental en lo cotidiano.

Pepe Valero 1998



Los Decanatos de Sagitario

Para mayor sorpresa y deleite de grandes y chicos el filosófico e idealista Sagitario repite la serie de Decanatos del sensorial y pragmático Tauro: Mercurio/Nebo, Luna/Sin y Saturno/Ninurtu. Recupérese y siga leyendo.

Sagitario es un Signo conocido por su afición a la bebida, la comida y la alegría de vivir, pero estas condiciones son muy distintas de las equivalentes de Tauro y perfectamente asumibles por su regencia jupiterina. Sagitario corre riesgos, a Tauro no le gustan ni de lejos.


Veamos primero como plantear el desarrollo desde Escorpio y luego intentemos ver si es posible encontrar ese factor común entre Sagitario y Tauro, mucho más difícil de asumir que entre Aries y Escorpio.

Desde el Decanato Venus de Escorpio se sigue que tiene que haber comunicación (al menos esos nos pasó el hemiciclo anterior), ciertamente es así, pero el nivel cambia mucho, lo que se comunica ahora son grandes conceptos, la sacudida de Escorpio nos obliga a pensar sobre lo que somos, la experiencia de Venus en Escorpio es demasiado profunda. En Escorpio apareció el ¿quién soy? y por si solos aparecen ahora las demás grandes preguntas: ¿de donde vengo? ¿adonde voy? Los valores se han trastocado, debemos desarrollar unos nuevos y aunque no hablé de la muerte en Escorpio, también hemos llegado a la consciencia de ella, y eso también da que pensar: la filosofía y la religión han aparecido como entidades propias. Y también todas las demás teorías, necesitamos concepciones del mundo, esquemas en los que movernos, para protegernos.

Tras el juego mental, de las dudas del Decanato de Mercurio empezamos a tomarnos en serio el asunto, nuestra sensibilidad (el Decanato lunar de Sagitario) necesita expandirse, crecer y al mismo tiempo volver a protegerse. Esta expansión la dan las ideas, las filosofías, las religiones (llama la atención que la necesidad religiosa aparece con más frecuencia en mujeres que en hombres). Asumida esta necesidad nos queda construir una sólida coraza conceptual y de valores que de sentido al bla-bla de Mercurio y proteja a la Luna.

El establecimiento definitivo de las teorías se dará con Saturno como regente del tercer Decanato. En campos más concretos podemos jugar con Sagitario como significador del extranjero. Aparece la consciencia de que hay otras comunidades, que hablan (Mercurio) de manera distinta, son de raza(Luna) distinta y se organizan (Saturno) de manera distinta. El choque consiste no solo en aceptar que hay que relacionarse con otros, sino que estos otros pueden ser algo totalmente alejado, extraño y por ello quizá temible (Saturno/Luna) o interesante (Mercurio/Luna).

La repetición de la serie de Tauro requiere una mención especial. No se suele concebir un Tauro filósofo, pese a su obvio natural rumiante y contemplativo. La relación existente entre los dos Signos es la de la experiencia del mundo real, especialmente de la vida en todas sus formas y de la necesidad de solucionar nuestros problemas de subsistencia de Tauro, y que de ello nacen necesariamente las teorías.

En nuestra era las teorías parecen haber adquirido cierta autonomía, pero las únicas que valen son aquellas que nacen de la experiencia vital directa, lo demás son metateorías. Igualmente nuestra concepción del mundo surgida en Sagitario puede afectar nuestra economía o capacidad de disfrute en Tauro. La Economía se basa ante todo en esperanzas, no cuenta tanto lo que hay ahora como lo que esperamos que suceda a la hora de ahorrar, invertir, gastar o sembrar; su supuesta objetividad es un canelo en el que creen más los políticos, los pequeños inversores y los votantes que los economistas y grandes inversores. Una de las pocas cosas que espanta más la inversión que los impuestos altos es una política fiscal imprevisible, nuevamente la relación estabilidad económica/estabilidad legal.

Como indicamos en Géminis el desarrollo intelectual y por lo tanto de lo legal, filosófico y religioso solo es posible cuando alcanzamos unos mínimos de subsistencia y excedentes. Un ejemplo histórico interesante es el Egipto Antiguo, sociedad esencialmente Tauro, que puede considerarse una de las sociedades más religiosas jamás conocidas. Finalmente destacar la profunda relación que debe haber entre teoría y práctica.

Artuto Mata



Diría que encontrar un ejemplo de este signo solar es tan fácil como sonarse la nariz, pero no es verdad; es mucho más fácil que sonarse la nariz. Vete a cualquier fiesta y mira en el centro del grupo más bullicioso. ¿Ves el tío ese que esta ahí sentado alegremente con un enorme pie metido en la boca? Es un Sagitario que acaba de meter verbalmente la pata, pero todavía no lo sabe. Cuando se dé cuenta se mostrará un tanto perplejo... y los que le rodean le mirarán con odio.

El Arquero es capaz de acercarse, darte una cordial palmada en la espalda y sonreírte amistosamen-te. Después, te saludará con un comentario del tipo de: ¿Que demonios haces para parecer tan joven, con la edad que tienes?>>; o: Vaya, que bien te queda este suéter de cuello cisne. Siempre tendrías que usarlo, porque así disimulas la papada>>. Después de una de esas alegres aperturas, Sagitario seguirá con su brillante sonrisa, pero la tuya habrá empezado a marchitarse un poco. A él le costará un rato darse cuenta de que fueron sus palabras las causantes de tu seriedad, y más tiempo aun necesitara para entender por que. Entonces procurará explicarse. Trata de mantener la calma, porque la explicación será peor.

Caramba, ¿no entendiste lo que quería decir? Pues que le parece fabuloso que no representes mas de veinticinco años cuando en realidad tienes treinta y ocho (seis años mas de los que efectivamente tienes). Y en cuanto a lo de la papada, es mucha la gente de tu edad que tiene cierta flojedad en la región del cuello. Si únicamente se te ve de costado, así, cuando vuelves la cabeza. Con no dejar que te saquen fotos de perfil, ya está.

Tras haber explicado cuidadosamente sus meteduras de pata verbales, y conseguido que tú volvieras a sentirte bien, Sagitario seguirá alegremente su camino, silbando un tema del último éxito de Broadway. Cuando volváis a encontraros y tú le demuestres frialdad, se sentirá dolido e intrigado. Con él, de nada sirve enojarse ni molestarse; Sagitario no actúa por maldad. Sus exabruptos verbales son fruto de la más absoluta inocencia y, por lo general, tampoco entiende que cuando trata de arreglar las cosas resulta ofensivo además de hiriente. No le juzgues con dureza, porque esta animado de buenas intenciones. Tampoco necesita de tu compasión... ni de la mía. Bajo su falta de tacto hay una mente sumamente despierta y de principios elevados. Su peculiar combinación de ingenio, inteligencia y fogoso impulso lleva por lo común al Arquero directamente al círculo de los vencedores. Lo realmente fastidioso es que para la gente de este signo, varones o mujeres, su torpeza verbal es inconsciente; están convencidos de que son los seres más diplomáticos del mundo. Siempre dicen que son incapaces de herir los sentimientos de nadie y que ponen gran cuidado en no hacerlo, y lo creen sinceramente. Es mas, todo lo que hacen lo hacen sinceramente. Cualquier forma de fraude y engaño les produce una gran consternación.


Linda Goodman .

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