martes, 21 de diciembre de 2010


Capricornio es un misterio debajo de una fría estrategia ambiciosa que cuando se rompe muestra un corazón entre pañales. Se deprime bastante y casi siempre cree que es debido a temas de trabajo, económicos o de cualquier otro deber que hay que cumplir y que no deja sitio al niño frustrado que lleva dentro. Aquí no hay que extenderse mucho: el problema de Capricornio es su niño ausente, su incapacidad para jugar, para divertirse. La vida acaba siendo algo muy serio para un Capricornio y eso no lo aguanta mucho tiempo ni él ni los que le rodean y que tanto necesita. Tal vez sea este el signo zodiacal que menos siente la necesidad de ser ayudado emocionalmente puesto que, en el fondo, su temor es encontrarse un corazón de piedra donde otros lo tienen de carne y hueso.

Emocionalmente Capricornio depende de su energía polar, Cáncer, y en cierta manera es verdad el tópico de su frialdad calculadora pero ni siquiera Capricornio puede vivir sin el calor del amor, de la ternura. Es esa dependencia que siente de la energía Cáncer, para sentirse emocionalmente vivo, la que le lleva al más terrible de sus vacíos: el miedo al abandono. Sentirse emocionalmente abandonado lleva a Capricornio al ártico feroz de su soledad y al frío absurdo de los frutos materiales y profesionales no compartidos. Atravesar ese miedo al abandono pidiendo la nutrición emocional que necesita, luchando por ella, es la tarea más difícil de Capricornio que muchas veces compra, controla o estratégicamente abandona el corazón de quién le da ternura, quedando atrapado en ese Saturno terrible que, por miedo a ser destronado, se come a sus hijos, uno a uno. En terapia, enfrentarse al padre que le devoró con los dientes del deber y del juicio es imprescindible para Capricornio.

Pepe Valero 1998




Los Decanatos de Capricornio

Capricornio repite la serie de Géminis: Júpiter/Marduk, Marte/Nergal y Sol/Shamash. Adelantaba en Géminis la relación entre los dos Signos. A primera vista la mayor parte de los Astrólogos no encontraría una relación directa, pero el lenguaje cotidiano la encuentra continuamente. Capricornio rige a los políticos y la mayor parte de los que no trabajan en política ve relación entre político y ladrón, política y medios de comunicación, política y comercio, política y mentira, política y falta de principios, política y cambio de chaqueta, las dos caras de los políticos... es decir, entre Capricornio y las facetas más chorizas e inmaduras de Géminis.

Desde un punto de vista menos crudo pero más profundo no se suele pensar en que la estructuración Capricorniana de una sociedad o grupo al establecer sus formas de gobierno o desgobierno, está íntimamente relacionada con las capacidades de comunicación. Igualmente el sistema de costumbres y tradiciones de Cáncer, que sostiene buena parte del esquema de poder requiere como indicamos en su momento el desarrollo del lenguaje. Una transmisión eficaz de información hacia arriba y de órdenes hacia abajo es la esencia misma de la eficacia de las jerarquías. En los problemas de organización y decisión se usan constantemente dos teorías matemáticas muy geminianas: la Teoría de la Información y la Teoría de Juegos.

El Decanato inicial es sorprendente para muchos por los criterios actuales de Júpiter. Me remito a las ideas de Sinesio Rodenas sobre la Expansión post-Saturnina y la Depresión post-Jupiteriana. Mi interpretación primera y manifiestamente mejorable es que tras una estabilización y formalización de las ideas en el Decanato Saturno con que termina Sagitario, es posible una expansión del individuo y de la sociedad en el plano estrictamente material. Y esta parece ser la función principal de Capricornio.

La aparición posterior de Marte/Nergal, indica que tras esta expansión es posible actuar con agresividad, conquistar, realizar. Capricornio es el signo de exaltación de Marte, que aquí adquiere estabilidad, constancia, disciplina y enfría sus impulsos primarios para poder aplicar su agresividad con cabeza y no a cabezazos. Las legiones romanas o los tercios españoles, ambos imbatidos durante largos periodos, son posibles solo gracias a la creación de grandes estructuras de mando dotadas de enormes recursos materiales y humanos, es decir provenientes de una expansión material indicada por el Decanato de Júpiter en Tierra.

Finalmente esta actividad material, y la lógica asunción de responsabilidades del individuo al encontrarse abandonado en la intemperie del día a día material (no en vano todo el signo está bajo el control de Saturno), formará una nueva consciencia través de su papel social simbolizada por el Decanato final del Sol y, aunque por una vía necesariamente dura, habrá conseguido su independencia y por ella la madurez. También el grupo social formará una nueva unidad al institucionalizarse y jerarquizarse.

Arturo Mata



Secretamente, Capricornio se desvive por la adulación. Le encantaría sobrecoger multitudes desde un trapecio volante. En sus sueños mas íntimos, la Cabra es una romántica incurable, pero su naturaleza está encadenada por Saturno. El severo planeta de la disciplina le exige un comportamiento tranquilo, acciones prácticas y seriedad de intención. Tal es su cruz, a veces bien pesada de sobrellevar. Habrá ocasiones en que Capricornio ocultará su frustración bajo actitudes bruscas, y otras en que te sorprenda con un humor inesperado e incongruente, siempre de tipo irónico y descreído. Las gentes de Capricornio pueden ser aburridísimas cuando se ponen en trance de hacer bromas secas y retorcidas.

Si das vuelta como un calcetín a un estable y confiable varón Capricornio, te encontrarás con un alegre soñador que anhela sentir cómo el viento le desordena el pelo y se embriaga con la dulce fragancia de los halagos, ávido de emociones y sediento de aventuras. Solo unos pocos elegidos son capaces de liberar a esta alma solitaria de su prisión secreta.

Saber algo de los signos solares puede ser utilísimo para quienes se inclinan a juzgar los libros por las solapas. Ahí estabas tú, pensando que Capricornio sería un maestro excelente, pero como enamorado, lamentable. Casi habías decidido dejar que se dedicara a la política, en vez de conquistarlo; te daba la impresión de un hombre que preferiría ver su nombre en el Quien es quién, mejor que en tu diario íntimo. Y ahora descubres que tiene un corazón tan cálido y cordial como un grato fuego de leña en una noche de invierno. Ya se que es para alegrarse, pero espera un momento antes de correr a estrujarle entre tus brazos, esperanzada en que él te hará llegar hasta la Luna. Sorpresas como la que acabo de describirte forman parte de su naturaleza íntima. Se quedará impresionado y fascinado sí, lo adivinaste, pero naturaleza íntima quiere decir eso, precisamente: naturaleza íntima. Lo más probable es que jamás deje en libertad de realizarse a todos esos sueños etéreos de apasionados transportes. De todas maneras, tú ya sabes que los tiene, y es bastante. No sigas esperando que tu Capricornio se lance a pasear con los pies desnudos entre las amapolas; no podrás cambiar su básica personalidad saturnina.

Lo que puedes hacer, en cambio, es reírte de sus historias de perro apaleado hasta que cobre el va-lor suficiente para contarte cuentos menos deprimentes. Puedes insinuar que te parece que bajo su fachada conservadora arden fuegos ocultos, e insistir hasta que se arrime a dejar asomar un par de llamas. Puedes decirle que sueños como los que él sueña te parecen los mas coloridos, ya que ningún sueño es tan abigarrado como el que realmente sucede, y tal vez se atreva a soñar unos cuantos mas. Algún día llegará a la cima de la montaña que se ha puesto como meta, y tú estarás junto a él, orgullosa de la determinación de tu Cabra, y muy contenta de haber creído en la posibilidad de realización de sus sueños.

Capricornio hace como si pudiera vivir sin halagos, y la forma en que reacciona cuando se le dice al-go grato es una prueba bastante convincente. ¿Alguna vez le dijiste algo agradable a tu galán Capricornio, y te decepcionaste al ver su cara inexpresiva? No te apresures. El hecho de que la especialidad de la Cabra sea el autoengaño no significa que tú también tengas que dejarte engañar. En realidad, necesita desesperadamente que le digan que es bueno, inteligente, buen mozo, deseable e interesante, pero como no suele dejar ver su necesidad, no son muchas las orquídeas que recibe. Por eso es posible que sea un poquito torpe y no sepa que hacer cuando alguien le expresa abiertamente que le admira, de modo que disimula su incomodidad haciendo algún chiste retorcido o ignorando el cumplido: una reacción que puede hacer que los demás decidan que jamás volverán a correr el riesgo de decir una gentileza a ese cara hipócrita.

Como da la impresión de que no le gusta que le halaguen, le halagan cada vez menos. Es un círculo vicioso, pero la culpa puede ser tuya, más que de él. La próxima vez que le ofrezcas un ramillete verbal a tu Capricornio, mírale las orejas. ¿Ves como se le ponen rosadas? ¿Ves como apenas le centellean los ojos, y ese temblorcito imperceptible en la nariz? Esta tan animado como un ponche. El hecho de que no se ponga a zapa-tear ni a revolcarse en el césped como Leo, no significa que no este contentísimo, y con la sensación de haber crecido tres metros.

Capricornio necesita que le vean como el tipo sensacional que es, pero su naturaleza y los astros le vedan la publicidad. Tú tendrás que ser su agente de prensa.

Es, como dirían los horticultores, de florecimiento tardío. En su juventud serio como un búho, al madurar va relajándose gradualmente y, si es un auténtico Capricornio, puede terminar siendo el hombre de aspecto y comportamiento más juveniles del grupo. Ahora bien, este es un aspecto que conviene tener en cuenta: con otros hombres tendrás que tolerar años de tonterías para después adaptarte a una vejez rígida y melindrosa; con Capricornio, es posible que al principio tus entusiasmos se encuentren un poco restringidos, pero ¡piensa en lo que puedes esperar para mas adelante!

En la primavera de vuestro idilio, tu enamorado Capricornio no te propondrá una escapada a Paris, pero es posible que cuarenta o cincuenta años mas tarde, cuando otros hombres se quejan de que les duelen las articulaciones, él te lleve a ver el Taj Mahal a la luz de la Luna. No está tan mal. Si tú eres de las que les gusta atiborrarse con entremeses y después comen de mala gana la comida, Capricornio no es para ti. Una relación amorosa con un hombre de este signo, siempre que termine en el matrimonio, es como comer el postre al final, como corresponde.


Naturalmente, la inversión del proceso de envejecimiento en Capricornio puede hacerte pensar que en el rubro fidelidad puede haber gato encerrado. Lo hay. Es verdad que no tendrás que preocuparte mucho por los desvíos de la Cabra cuando el romance es fresco y está húmedo de rocío, y también es verdad que puede soltarse un poco a medida que tiene más edad. Pero así y todo, su fidelidad es mas segura que la de la mayoría de los otros signos solares, porque Capricornio prácticamente quema incienso en el altar de la familia. Aun si comete algunos pecadillos menores en la época de su tardío florecimiento, nunca los pondrá por delante del fuego del hogar, de los hijos y de ti. Los lazos familiares le inspiran un sentimiento muy próximo a la reverencia, y esto es válido para la familia que ha creado contigo y para su familia de nacimiento, que desde la infancia ha sido para el objeto de devoción.

Linda Goodman .

No hay comentarios: